Yober, el talento que enseña finanzas a personas de escasos recursos económicos

Becario Pronabec, Yober Oré, enseña finanzas personales a padres y madres, de entre 25 y 50 años de edad, en situación de pobreza. Estudia Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional Federico Villarreal.

Lima, 13 de octubre de 2020. Yober Oré Gaspar quería ser futbolista de profesión, pero la muerte de su padre cambió radicalmente su vida. Dejó su Junín querido y se instaló en Lima en búsqueda de aquella promesa que le hizo al ser que guío sus pasos: estudiar una carrera universitaria. Ese episodio, doloroso, le permitió descubrir que su verdadera pasión eran los negocios. Él, junto con una compañera, ha creado un emprendimiento social para que personas de escasos recursos aprendan sobre finanzas y empiecen sus pequeñas empresas.

El talento, ganador de Beca Permanencia del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, no se arrepiente de haber dejado a un lado la ilusión de ser futbolista profesional, cuando se alejó de su natal Quichuay, en Huancayo. Estudiante promedio, lo mejor que hacía entonces era gestionar el balón. “No me iba tan bien en los estudios en Huancayo. Estaba más dedicado al deporte”, recuerda.

El fallecimiento de su padre hace diez años lo enfrentó a una situación límite que lo invitó a revisar su propósito. No solo porque se mudó con su madre a la gran Lima, donde viven sus ocho hermanos mayores; sino porque Yober se retó a sí mismo a mejorar su rendimiento en la cancha académica. “Pensé ‘si voy allá, tengo que cambiar mi vida. Voy a ser el mejor de mi clase’. Fue una promesa interna, cuando mi padre fallece”, confiesa.

Fue en las aulas del Colegio Emblemático Ricardo Bentín, en el Rímac, donde empezó a darse cuenta que lo de él serían los negocios y, sobre todo, la inclusión financiera, que es hoy la misión de Finerva, el emprendimiento social que comenzó a diseñar hace dos meses para enseñar a las poblaciones que viven en pobreza y pobreza extrema a administrar su dinero. Todo un reto en esta difícil situación que atraviesa el mundo.

“Mi objetivo era ser emprendedor. Veía que a mis hermanos les iba superbién”, comenta Yober, a un año de graduarse de ingeniero industrial en la Universidad Nacional Federico Villarreal. En efecto, el joven talento de 21 años cuenta que siempre tuvo claro que quería culminar su carrera con un negocio en sus manos. Esa búsqueda lo encaminó hacia su sueño.

“En una de las sesiones de un taller sobre excelencia de la calidad, una compañera me comentó que conocía a un amigo que era expositor en temas de liderazgo. Estaba trabajando en una tienda a medio tiempo, cuando su amigo me llamó. Fue así que me empecé a involucrar en temas de liderazgo y educación financiera”, cuenta el hoy asesor y conferencista en temas de finanzas personales.

Finerva (de Finanzas y Minerva, la diosa de la sabiduría en la Antigua Roma) resultó de las ganas de encontrar una solución a una realidad retadora que la emergencia sanitaria por el COVID-19 puso en evidencia. “Lo que hizo la pandemia es resaltar el problema de la mala administración de las finanzas personales de la familia”, afirma.

Ante ello, junto a su socia Lourdes Morales (23) decidieron realizar un estudio de mercado virtual a través de entrevistas y encuestas a líderes de asentamientos humanos para identificar sus mayores vacíos en finanzas. Como no obtenían respuesta, empezaron a dictar charlas gratuitas para crear una comunidad y realizar las encuestas durante las presentaciones.

Así surgió la idea de crear un bootcamp, un espacio de aprendizaje cien por ciento práctico, en el que los participantes aprenden y mejoran sus finanzas personales bajo una dinámica que Yober domina: la del balón.

En ese sentido, Finerva es como un partido de cuatro tiempos: en el primero se definen las metas para iniciar un proyecto y hacerse cargo de los resultados (los buenos y no tan buenos); en el segundo, se internalizan aspectos básicos sobre finanzas; el tercero es el de la ofensiva, se eliminan deudas y sustentan los ingresos; y el cuarto, el de la defensiva, que enseña al jugador a entrenarse en el ahorro. Al final, el participante – padre o madre de entre 25 y 50 años – puede pagar la formación en función a los resultados obtenidos.

“Cuando acaba los dos primeros módulos, dividimos a las personas en dos grupos: si la persona tiene un emprendimiento le enseñamos sobre finanzas empresariales básicas; si es independiente, sobre emprendimientos y modelos de inversiones”, describe Yober, quien junto a su socia se preparan para lanzar la primera edición el próximo 18 de octubre.

Beca Permanencia llegó oportunamente a la vida de Yober, ya que le permitirá acceder a una laptop, una herramienta que hoy no posee y toma prestada de un familiar cada tarde para estudiar. “Hay que hacer lo mejor de lo que se tiene para más adelante poder mejorar. Empecé con el celular, con la laptop será más fácil”, señala el emprendedor. Y así, como un partido de fútbol, este gol que es Finerva se lo dedica a su padre, a quien pronto le cumplirá la promesa de convertirse en profesional.

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